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19.Ene.2023 / 07:03 pm / Haga un comentario

Barinas, 19 de enero 2023.- Declaraciones políticas parcializadas, sermones en actos religiosos que invitan a la inestabilidad del pueblo venezolano, así como atizar la violencia, son unas de los planteamientos manifestados en un comunicado que entregó este jueves el pueblo católico llanero a la Diócesis de Barinas.

Estas acciones fueron realizadas debido a que en los últimos días el personal del Alto Clero ha tomado bando político en celebraciones religiosas de alta envergadura, propiciando incomodidades y faltas de respeto para los creyentes.

También la minuta detalla cómo autoridades de la iglesia han sido partícipes de situaciones desestabilizadoras para el país en años anteriores. “No olvidamos, el rol de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) en los eventos del golpe de Estado de abril de 2002, cuando el entonces Monseñor Baltazar Porras tuvo un rol protagónico en aquel ataque a la democracia”.

De este modo, el pueblo católico exhortó a la iglesia venezolana a practicar el verdadero amor por el prójimo, dejar de manipular y de dividir al país. “Les llamamos a la cordura y al regreso a los valores fundamentales de la Santa Iglesia. Les llamamos a recordar el verdadero rol de los creyentes frente a las cuestiones políticas”.

En esta línea de concientización, los seguidores religiosos manifestaron el compromiso con el diálogo político para lograr un entendimiento oportuno y poner fin a la inestabilidad, con la premisa de conseguir paz y prosperidad para el país.

A continuación, el comunicado íntegro:

 

COMUNICADO DEL PUEBLO CATÓLICO DE BARINAS, DIRIGIDO A LA DIÓCESIS DE BARINAS Y AL OBISPO MONSEÑOR JESÚS ALFONSO GUERRERO CONTRERAS

BARINAS, ESTADO BARINAS, 16 DE ENERO DE 2023.

 

Al pueblo de Barinas, a la feligresía de Barinas,  a la Diócesis de Barinas y al Monseñor Jesús Alfonso Guerrero Contreras Obispo de Barinas.

En días recientes han sido públicos y notorios los pronunciamientos que han venido por parte del Conferencia Episcopal de Venezuela y algunos Obispos del país.

Primeramente fue presentada la Exhortación Pastoral de la Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado Venezolano leída  por Monseñor Tulio Ramírez, Obispo de Guarenas; Monseñor  Juan Carlos Bravo, Obispo de Petare; Monseñor  Lisandro Rivas, Obispo Auxiliar de Caracas y Monseñor Carlos Márquez, Obispo Auxiliar de Caracas.

En dicha lectura, fue usada la frase del Papa Juan Pablo II en su última visita al país,  “Venezuela, despierta y reacciona, es el momento”, en un exhorto que contenía apreciaciones sobre la política y la situación actual de Venezuela de manera tendenciosa.

Este 14 de enero en el marco de la peregrinación 165 de la Divina Pastora en el templo de Santa Rosa, Monseñor Víctor Hugo Basabe, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto,  en pleno acto religioso, expresó opiniones alusivas a la política y la economía del país, usando la situación de la gente para atizar reacciones políticas.

Estos pronunciamientos vienen precedidos de diversos sermones en misas y actos religiosos a lo largo y ancho del territorio nacional, a cargo de sacerdotes, quienes en diversas oportunidades no han disimulado hacer declaraciones políticas parcializadas.

Creemos que estos pronunciamientos, obedecen a la posición política y personal del Alto Clero, pues una vez más, tal como ha ocurrido en muchas oportunidades, las autoridades eclesiásticas toman partido por un bando político, convirtiendo las homilías y pronunciamientos en actos políticos.

Creemos que esos mensajes son inoportunos y deliberados.  Transcurren en un momento de gran sensibilidad y exasperación,  en que diversos actores y grupos, quieren atizar el conflicto, la inestabilidad y la violencia en el país.

Esta actitud nos parece lamentable, pues forma parte de un triste acumulado. El pueblo venezolano y la feligresía católica tenemos memoria.

No olvidamos, el rol de la Conferencia Episcopal Venezolana en los eventos del golpe de Estado de abril del año 2002, cuando el entonces  Monseñor Baltazar Porras tuvo un rol protagónico en aquel ataque a la democracia, y cuando el entonces Cardenal José Ignacio Velasco, firmó el llamado “Decreto Carmona” que implicaba la destitución del entonces Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y la destitución arbitraria de todos los poderes públicos.

No olvidamos, que durante el paro y sabotaje patronal de finales de 2002 y que se extendió hasta 2003, la alta iglesia católica apoyó y avaló aquellos actos, se puso del lado del alto empresariado, aunque aquello implicara el sufrimiento injustificado de la población.

No olvidamos, que durante los años 2007, 2014 y 2017, la Conferencia Episcopal Venezolana tomó partido poniéndose del lado de grupos opositores, que orquestaron la violencia, mediante las llamadas “guarimbas”, que fueron intentos fallidos de golpes de Estado, actos de vandalismo y destrucción, que evolucionaron a la categoría de asesinatos de venezolanos. En esos años, cuando la iglesia debió llamar a la paz y al dialogo, lo que hicieron fue atizar la indignación y a establecer culpabilidades de manera irresponsable, alentando a los violentos y promoviendo la conmoción pública.

No olvidamos, que desde 1999 y hasta el presente, la Conferencia Episcopal de Venezuela ha funcionado como un actor político, como un partido político, siendo un claro acompañante de partidos y líderes de la oposición de Venezuela, tomando lugar en la política, metiendo la política en los templos, usando la majestad religiosa como un mecanismo de difusión de su preferencia política.

No olvidamos,  que desde que se formalizó el bloqueo económico contra Venezuela en el año 2017 y hasta hoy, a estas alturas, el Alto Clero venezolano no se ha pronunciado ante El Vaticano ni ante su autoridad política y religiosa, el Papa Francisco I, para que use su investidura institucional y religiosa y abogue por el fin del bloqueo económico contra el país.

No olvidamos, que en momentos muy difíciles del país y de la vida nacional, la feligresía y el pueblo creyente no ha contado con el Alto Clero. Por el contrario, les hemos visto al lado de gente mala, de gente perversa que ha lesionado la  democracia, la economía y la vida de los venezolanos.

Al Alto Clero, les hemos visto al lado de los mercaderes del templo. Les hemos visto al lado de los fariseos. Al lado de los judas. Al lado de los Poncio Pilatos.

Ahora los vemos, usando el dolor de la gente, usando el sufrimiento de la gente, para querer alentar la diatriba y la conmoción. Quieren usar la situación económica para promover agendas. Otra vez usan las sotanas, para encubrir su color político.

Tales maniobras nos parecen hipócritas, pues hasta el día de hoy, la iglesia no ha llamado a una jornada de oración nacional para pedir a Dios y a los hombres que dirigen la comunidad internacional, por el fin del bloqueo económico y la asfixia comercial a nuestro país, que es una de las grandes causas de los bajos sueldos, de los servicios públicos deteriorados y la falta de presupuesto en salud y educación.

Si los Monseñores y sacerdotes verdaderamente estuvieran del lado del pueblo que sufre, estarían reuniéndose con el alto empresariado del país, orando por ellos, para pedirles prácticas comerciales más justas y el fin de la especulación injustificada. Estarían abogando por el fin del despojo arbitrario de nuestros sueldos y pensiones. Estarían corriendo a los mercaderes del templo, tal como lo hizo nuestro Señor Jesucristo.

Creemos que el Alto Clero está ahuyentando la gracia del señor de los templos. Nuestras iglesias están ahora cada vez más vacías. En Venezuela la fe se encuentra en crisis, porque muchos sacerdotes, por órdenes de “arriba” (y no precisamente por órdenes de Dios), hacen las homilías para unos, y no para todos. Hay templos adonde ya la gente no quiere oír de política. Una parte de la feligresía ya no se siente identificada con los discursos de algunos curas, pues les estamos pidiendo que tengan que soportar a sacerdotes que hablan como actores políticos. Esto solo ahuyenta al rebaño. Esto promueve la intolerancia que tanto daño le ha hecho al país. Parece que la Conferencia Episcopal no quiere admitir esa realidad. Se están olvidando de su misión en la tierra.

El pueblo creyente de Barinas, exhorta a la alta iglesia venezolana a practicar el verdadero amor por el prójimo. Les pedimos dejar de manipular al prójimo. Les pedimos dejar de dividir al prójimo.

Les llamamos a la cordura y al regreso a los valores fundamentales de la Santa Iglesia. Les llamamos a recordar el verdadero rol de los creyentes frente a las cuestiones políticas.

El pueblo creyente, conforme lo dice la palabra de Dios, debemos de adherirnos a las autoridades políticas (Romanos 13:1-2), y comprender que dichas autoridades han sido establecidas por Dios para nuestro bienestar (1 Pedro 2:13-15), y es nuestra obligación orar por ellos (1 Timoteo 2:2-3), para que Dios les brinde sabiduría y templanza.

Por eso pedimos en oración por la cordura de nuestros sacerdotes, Obispos y autoridades eclesiásticas, para que encuentren el camino a Dios y hagan votos sinceros por la paz y la unidad de Venezuela.

Pedimos al pueblo de Barinas, unirnos en oración por la recuperación del país, por el bienestar de las familias, por la felicidad de nuestra gente, por la unidad de nuestro pueblo  y por el fortalecimiento de la obra de Dios en nuestra tierra bendita.

Pedimos por el dialogo político, por el entendimiento, por el fin del bloqueo contra el país, por el fin de la desestabilización, por la paz  y por la prosperidad de nuestro pueblo.

Pedimos, en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo… Amén.

 

EL PUEBLO CATÓLICO DE BARINAS.

 

 

 

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