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La concejala bolivariana desmontó el “parapeto” de discurso de Bárbara Angulo y destacó que la revolución seguirá invirtiendo, con prioridad, en lo social.
El gobierno revolucionario continuará dignificando la clase trabajadora
La coordinadora regional del partido de Podemos, integrante del Gran Polo Patriótico y concejala revolucionaria del municipio Barinas, Mary Córdova, se refirió a las declaraciones emitidas en un medio regional por la “justiciera fascista” Barbará Angulo, quien pretende generar pesimismo en la población barinesa, haciendo afirmaciones sesgadas de aspectos económicos sin el debido análisis.
Aseguró la concejala socialista que la revolución bolivariana ha venido elevando el salario mínimo en Venezuela, luego del estancamiento en el cual lo dejaron los mentores politiqueros de primero justicia en la cuarta república. Lo que no le explicaron los maestros puntiofijistas a la concejala Angulo es que “Mientras la crisis económica en Europa, Grecia y Estados Unidos lleva a personas incluso al suicidio por el nivel de los salarios, en Venezuela, todos los años se aprueba un aumento para dignificar a la clase trabajadora”. Acotó.
“Tenemos más allá del salario digno, un gobierno que homologó las pensiones de nuestros adultos mayores, cuando el modelo que defiende primero justicia es el del capitalismo que deshecha a los viejos”, sostuvo Córdova.
Recomendándole leer las Venas Abiertas y Los Siete Pecados Capitales de Michael Collon a Bárbara Angulo, la concejala Mary Córdova comparó el caso de países donde la seguridad social es una quimera, a diferencia del socialismo que invierte en la salud, la educación, la vivienda y protege al pueblo en medio de la crisis que pretende generar el fascismo, porque a fin de cuentas “Víbora” Angulo, como le conocen en la MUD, lo que hace es defender a los usureros y contrabandistas.
Develó que la edil derechista no es “autónoma” por sino cumple órdenes directas del alcalde Machín en su empeño por atacar al Gobierno Bolivariano, así hable sin fundamento a riesgo de hacer un triste papel.