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Antes que nada, quiero agradecer a los organizadores del evento por la invitación, pero además es un honor, dentro del huracán de sentimientos encontrados que giran en mi interior, estar aquí con ustedes hoy, precisamente para seguir profundizando y analizando el infinito legado que nos dejó el Comandante Hugo Chávez Frías, a nosotros en Venezuela y a todos los países hermanos de Latinoamérica y el mundo.

Lo primero que debemos gritar al unísono… que se escuche en todos los rincones de cualquier parte de este mundo y que retumbe en los corazones de quienes creemos en la verdadera igualdad y justicia social, es: Chávez vive!!!!… La Lucha Sigue….y como lo decimos en Venezuela: Chávez vive…la patria sigue!!! Que nadie se equivoque!!!.

Chávez estuvo en este Centro Cultural de Cooperación en el año 2007 y ahora nos toca a nosotros, no permitir que esa energía que se siente en estos espacios, desaparezca. Esa energía son las ideas, que han estado acompañadas de acciones concretas, que a su vez, han traído consigo cambios y logros tangibles, de los cuales somos testigos todos y todas. Podemos mencionar aquí, aquellos logros que tienen que ver con la creación de importantes espacios organizativos y de integración entre los países de la América Latina y El Caribe: La Unasur, La Alba, Petrocaribe, La Celac; organismos que están basados en el Proyecto de nuestro Libertador Simón Bolívar, que retomó Hugo Chávez y que se ha ido consolidando  por el empeño del propio Comandante eterno y con la participación decidida de mandatarios progresistas de países hermanos como Bolivia, Ecuador, Brasil, Argentina, entre otros.

Este objetivo histórico, la unión entre nuestros pueblos para continuar derrotando las pretensiones hegemónicas del imperio norteamericano y sus aliados, forma parte del legado de Chávez. En buena medida por eso estamos acá. Forma parte de nuestra tarea como revolucionarios, continuar divulgando, debatiendo el pensamiento de Chávez para seguir consolidando nuestros Proyectos Libertarios. Sería totalmente ilógico, quedarnos en lo local, solo en Venezuela; sería totalmente contradictorio a sus objetivos de lucha no acercarnos a nuestros pueblos hermanos a compartir y debatir ese pensamiento y esa acción. Chávez traspasó las fronteras venezolanas y del continente latinoamericano y debe seguir siendo bandera de lucha de todos los pueblos que siguen bregando por su Libertador.

La semana pasada, precisamente el 5 de Noviembre, cuando se cumplieron 8 meses de la partida física de nuestro Comandante Supremo, un buen grupo de movimientos y frentes sociales, escritores, cultores, indígenas, artistas, poetas, políticos y activistas, nos reunimos en el lugar donde se encuentra sembrado, lo que es hoy su morada en ese plano que le ha correspondido asumir: El cuartel de la Montaña, lugar en el que Chávez comenzó su batalla el 4 de Febrero de 1992, y desde donde dirigió esa rebelión militar que transformó radicalmente la patria venezolana.

Desde allí, instalamos algunas mesas de trabajo para recoger propuestas, ideas e impresiones de todo lo que abarcará el instituto para la defensa y divulgación del legado del Gigante; y uno de los pensamientos que más hemos analizado, estudiado y también divulgado, han sido las palabras del presidente Chávez del pasado 8 de Diciembre de 2012 (fecha decretada como “el día de la lealtad y el amor a Chávez”, en Venezuela), que fue su última proclama, su último mensaje público, antes de su partida, donde nos dejó instrucciones muy claras para seguir preservando y consolidando la patria que hemos construido en estos años de revolución.

Parte de lo que él dejó en ese mensaje…era un sábado, ya casi las 10 de la noche…quiero compartirlo con ustedes: “Me decía Fidel antenoche despidiéndome en La Habana…” recuerden que él regresaba de la Habana a Venezuela para hablar con su pueblo, “…-Bueno Chávez esa llamarada-…La llamarada se hizo, se hizo continente, la llamarada, el fuego sagrado. Fue como una resurrección lo que hemos visto, lo que hemos vivido. Aquí había un continente dormido, un pueblo dormido, como muerto… y llegó el Lázaro colectivo y se levantó, finales de los 90, los 90, terminando el siglo XX pues, se levantó aquí en Venezuela una revolución, se levantó un pueblo y nos ha tocado a nosotros, algunos de nosotros, a muchos de nosotros mujeres, hombres, asumir responsabilidades, asumir papeles de vanguardia, asumir papeles de dirección, de liderazgo por distintas corrientes terminando el siglo XX y comenzando este siglo…En Venezuela se desató la ultima Revolución del siglo XX y la primera del siglo XXI, Revolución que -¿Quién lo puede dudar?- ha tenido cuántos impactos en la América Latina, en el Caribe y más allá y más allá, y seguirá teniendo impacto…”

Por lo tanto, queda de parte nuestra que sigan teniendo impacto estas ideas liberadoras. Hablar del legado de Hugo Chávez, es hablar de transformaciones profundas, de rompimiento de paradigmas. Chávez tenía (Y seguirá teniendo) una sola línea de pensamiento y acción: Es  radicalmente bolivariano, antiimperialista y revolucionario.  Podríamos revivir una historia reciente de un poco más de 20 años atrás, repleta de batallas, victorias, anhelos y esperanzas basadas en la búsqueda incesante de la independencia nacional y la soberanía verdadera. Todo este transitar revolucionario lo iniciamos en Venezuela, cuando se levantó la Revolución, pero definitivamente, ha trascendido las fronteras de nuestro país y del continente, y ahora se encuentra encarnado en el corazón de hombres y mujeres de todo el mundo, que sentimos y creemos que realmente, otro mundo es posible.

Dentro de esa sola línea de pensamiento, el Comandante Chávez se planteó rescatar a Bolívar, nuestro Libertador. Diversos documentos, acciones notorias y resultados a lo largo de 14 años de revolución en Venezuela, dan fe de ello. El 15 de febrero del 2012, en un acto conmemorativo al Congreso Constituyente de Angostura, él decía: “Hoy Bolívar ha vuelto, dejó de ser la estatua de bronce, y fíjense ustedes, que casi ningún burgués hoy se atreve ni siquiera a pronunciar el sacrosanto nombre de Simón Bolívar, porque les da como piquiña…La ideología bolivariana es el núcleo más duro, es el eje central del socialismo del siglo XXI en Venezuela, el socialismo que aquí estamos construyendo, la democracia socialista, el socialismo democrático, el nuevo socialismo…”.

En esta época, hablar de la gesta libertaria de Bolívar, es articular inmediatamente con la lucha y el legado de Hugo Chávez y viceversa. Bolívar y Chávez son la misma idea integracionista, de unión, de enlace político, social, cultural y económico de Latinoamérica y el Caribe. Chávez  también decía en esa, su ultima proclama: “Tenemos patria, ¡Cuánto costó, cuánto costó recuperarla! Revivirla, levantarnos con ella entre dolores, entre pesares, recordemos cuánto ha costado a millones…Recuerdo en este  momento aquella frase de Simón Bolívar, el padre Bolívar cuando en los últimos días de su batalla física en este mundo, le decía a Urdaneta –Yo no tengo patria a la cual seguir haciendo el sacrificio- … Y lo echaron y lo vilipendiaron y lo vejaron –Mis amigos me quitaron la patria – dijo … Gracias a Dios, Padre Bolívar, cuán distinta es la situación (ahora) para todos nosotros hombres y mujeres. Hoy sí tenemos patria y es la tuya Bolívar, es la que tú comenzaste a labrar, a labrar junto a millones de hombres hace 200 años…No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la patria. No, no podrán…Los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras como diría Augusto Mijares, estamos en unidad, lucha, batalla y victoria”.

Esa consigna, (Unidad, lucha, batalla y victoria) encierra, tanto para quienes nos mantenemos en la vanguardia de la Revolución Bolivariana, como para cualquier revolucionario (a) en cualquier parte del mundo, un principio fundamental para lograr objetivos primordiales en cualquier proyecto de Libertad y justicia social. Y por tanto, es parte fundamental del pensamiento y la acción de Hugo Chávez Frías; porque significa practicar realmente la solidaridad, la lealtad, el verdadero amor hacia los semejantes, para consolidar definitivamente la verdadera Unidad entre fuerzas revolucionarias, para continuar juntos (as) la lucha libertaria, batalla tras batalla; y acumular las Victorias necesarias para consolidar Patria libre y soberana, en cualquier pueblo donde aún impere la injusticia y la dominación.
Es así como, el plan de la patria 2013-2019, escrito a puño y letra por Chávez, dirigido a lograr 5 importantes objetivos históricos, dentro de nuestra construcción socialista, puede adaptarse e integrarse a metas estratégicas de países hermanos que, al igual que nosotros, pero con sus especificidades, por supuesto, están en la búsqueda de: 1. La verdadera independencia nacional, 2. La construcción del socialismo que nosotros llamamos bolivariano, 3. Convertirnos en un país potencia, 4. Contribuir con una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar; y 5. Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana. Necesario es pues, la unidad verdadera, para alcanzar estos objetivos generales, inmersos en “la humilde propuesta”, así lo bautizó el mismo, que Chávez nos dejó para seguir construyendo el Socialismo Bolivariano.
Insisto en el segundo concepto de la maravillosa consigna mencionada antes: La Lucha.  Cada cual según su propia historia, venimos de luchas permanentes, de más allá de 500 años, acá en nuestra América, desde que los españoles vinieron a invadir nuestras tierras. Es la lucha permanente por la libertad, por la independencia. La misma que venimos emprendiendo, en esta época contemporánea, desde hace más de 20 años, en el caso de Venezuela, con el Comandante eterno al frente. Y que seguimos librando para continuar consolidando la Patria soberana que Chávez nos dejó. Esta se conjuga con el siguiente concepto: Batalla. Teniendo en cuanta que lucha y batalla son conceptos diferentes; durante toda la lucha de siglos, hemos tenido que enfrentar muchas batallas, de generación en generación; y como dice El Oráculo del Guerrero: “Tú guerrero, cuando termine una batalla no pierdas tiempo envainando la espada”. ¿Para qué la vas a envainar si mañana viene otra batalla?.  De eso se trata la lucha permanente, hoy ganas una batalla, mañana comienzas la otra, y más en estos tiempos, para poder llegar al punto de no retorno, en el caso nuestro, de la Revolución Bolivariana.
Para que siga la patria, la patria continental, definitivamente tiene que seguir la lucha y debemos resultar victoriosos, cada quien desde su territorio, defendiendo la autodeterminación de cada pueblo, manteniéndonos en batalla… Ese es el cuarto concepto que enlazó Chávez: Victoria. Es decir, mucha Unidad Revolucionaria para en esa lucha permanente por la libertad de nuestros pueblos, batalla tras batalla, seguir cosechando Victorias.

Camaradas, si había algo que caracterizaba al Gigante era su convicción por mantenerse en batalla permanente, sobre todo en la batalla de las ideas, con estudio y a profundidad. Sin el menor temor a equivocarme, el espíritu de Chávez es el espíritu de la verdadera Democracia que recoge el debate y la acción certera.

Recordemos que su única derrota, en lo militar más no en lo político, fue la de la insurgencia de 1992, la cual le permitió llegar posteriormente al poder por la vía electoral y popular, obteniendo una legitimidad indiscutible.   En el libro del escritor, Ignacio Ramonet, llamado: “Chávez: Mi primera vida”, éste le preguntaba: ¿Cuestionaba el carácter democrático de la República de Venezuela?. Chávez contestó lo siguiente: “Absolutamente. Nuestra rebelión del 4-F derrumbó el mito aquel de -Venezuela, la democracia más sólida de Latinoamérica-. Era una falsa construcción teórica que trataba de definir aquel régimen como un sistema establecido de manera permanente. Nosotros denunciamos que, sobre ese falso equilibro y al amparo de un Estado corrupto, se habían formado inmensas fortunas y, consecuentemente, la miseria de una gran parte del pueblo. Hablábamos de la imperativa necesidad de una –nueva práctica democrática. Entendida ésta como un proceso en marcha, impulsado por diversas fuerzas liberadas y, entre ellas, principalmente nuestro MBR-200…” (Movimiento Bolivariano Revolucionario 200)

“…Había un sofisma que también deseábamos desmontar: muchos gobierno de Latinoamérica pregonaban la participación “popular” como componente básico de las “políticas democráticas”. Nosotros denunciamos, en el Proyecto Nacional Simón Bolívar, que esa participación no podía ser entendida como una obra de caridad limitada a los asuntos intrascendentes, donde se le cerraban a las clases populares su capacidad de tomar decisiones en aspectos vitales para su desarrollo y bienestar…”

“… Proponíamos que el pueblo pasara directamente a gobernarse a través de los consejos comunales, del Poder Popular y de las Comunas. Tres instancias que íbamos a crear, y que creamos después de 1999. De ese modo cambiábamos el concepto mismo de democracia. Ésta dejaba de ser solo representativa y, además de ser participativa, pasaba a constituirse plenamente en protagónica”.

En todo su transitar, junto a su pueblo por alcanzar los ideales bolivarianos… lo que él en algún momento denominó la “utopía concreta”, basado en tres raíces históricas: Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Ezequiel Zamora, entendía que no se abriría camino, hacia una verdadera democracia, participativa y protagónica, si se aventuraba encerrado en las fronteras de su país. Bolívar nunca aceptó esa idea, Chávez tampoco.

Nuestro comandante estaba sumamente claro a lo que se enfrentaba, luego de asumir la presidencia de Venezuela en 1999; a un mundo cerrado para aquel que no formase parte del libre mercado, de los capitales. Era enfrentarse a quienes miraban con recelo la solidaridad entre los pueblos, la muy válida necesidad, por pequeña que fuese, de oponerse a las pretensiones del imperio del norte. Pero Chávez tenía amplios conocimientos histórico – geográficos que le permitieron desarrollar la idea de una audaz y consecuente geopolítica antiimperialísta. Fortalecer a Latinoamérica fue su mejor y más legítima forma de fortalecer nuestro país y de encaminarnos a todos con franca hermandad, a una vía clara hacia la verdadera integración, a la unidad nuestroamericana, para lograr la consolidación de un mundo pluripolar.

Al ganar las elecciones del 7 de Octubre de 2012, con el 57% de los votos del pueblo venezolano, Chávez ratificó que se iniciaba un nuevo ciclo para la Revolución Bolivariana, dejando profundas reflexiones e indicaciones para Venezuela y el Mundo. En un librito de modesta impresión llamado: “Golpe de Timón”, el cual recoge el mensaje que le diera a todo su gabinete de ministros (as), pocos días después de haber alcanzado la victoria, Chávez dijo: “Entonces venimos con el tema de la democracia, el socialismo y su esencia absolutamente democrática. Mientras que el capitalismo tiene en su esencia lo antidemocrático, lo excluyente, la imposición del capital y de las élites capitalistas, el socialismo no. El socialismo libera; el socialismo es democracia y la democracia es socialismo en lo político, en lo social, en lo económico… De unos factores que son determinantes en la transición: uno de ellos es la transformación de la base económica del país para hacerla esencial y sustancialmente democrática, porque la base de la económica de un país capitalista no es democrática, es excluyente…”

Anteriormente también afirmaba: “A las sociedades las dividió el sistema económico que se les impuso, eso es lo que divide. Ahí está el factor desintegrador más potente de cualquier grupo humano, de cualquier sociedad, el sistema económico capitalista”.

A lo largo de estos 14 años de revolución en Venezuela, hemos venido avanzando considerablemente en el logro de importantes aspectos sociales, políticos y económicos, los cuales han sido reconocidos por organismos  internacionales, por ejemplo, como uno de los países menos desiguales de Latinoamérica.  Los índices  de pobreza en Venezuela, desde la década de los 90 hasta la actualidad, han descendido de 24% a 7.1%. Otro índice trascendente como la tasa de desempleo, se ha modificado considerablemente; cuando llegó el presidente Chávez a la presidencia se encontraba en 16.1% y en septiembre pasado se ubicó en 7.8%, traduciéndose  este porcentaje en la inclusión de más de 4 millones 400 mil venezolanos en puestos de trabajo, desde 1999 hasta 2013. Hemos cumplido con uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, suscrito en el año 2000 por parte de los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas, que es erradicar la pobreza extrema y el hambre; y somos, además, el quinto país en el mundo con mayor cantidad de jóvenes inscritos en estudios superiores o universitarios. Eso solo por nombrar algunos logros.

En definitiva, basándonos en estos preceptos que pude esbozar para ustedes de una manera muy resumida, podemos decir que el legado, pensamiento y  acción de Hugo Chávez fueron orientados, como lo decía el guerrillero heroico, Ernesto Ché Guevara, por “infinitos sentimientos de amor”.  Amor entrañable por su pueblo, en el que reencarnó, porque hoy Chávez es un pueblo entero; es el pueblo venezolano, pero también es el pueblo argentino, el pueblo boliviano, ecuatoriano, brasileño, paraguayo…un pueblo Latinoamericano y universal. Chávez entregó su vida por estas ideas, y vaya que responsabilidad tenemos ahora nosotros…Esa anécdota, ya famosa, del morral de Chávez, no puede quedarse en pura retórica…Yo los invito, a todas y a todos, a cargar ese morral junto con el pueblo chavista venezolano. Es un morral donde caben los sueños de todos los países de la América Nuestra. Sueños de libertad, como los planteó Bolívar: “Libertad con igualdad, porque sin igualdad, no hay libertad que valga para los pueblos”.

Quiero cerrar esta intervención con una hermosa frase de Chávez, que dijo para culminar la larga entrevista que le hiciera Ignacio Ramonet, y con la que concluye su libro: Chávez: mi primera Vida”. Dice así: “Me siento vigoroso, muy animado, muy optimista y muy seguro. Porque hemos puesto en marcha el renacimiento de nuestro país. Le hemos abierto a nuestro pueblo el apetito por lo imposible”.

Estoy seguro que en la América toda y en muchos países del mundo, Chávez está más vivo que nunca. Tenemos ahora, el gran compromiso de llevar el proyecto libertario de Bolívar, Zamora, Rodríguez, pero también de Perón, Allende, Gaitán, Sandino, Martí y otros tantos más, a ese “encuentro pendiente con la victoria…la victoria definitiva…la victoria irreversible… Nosotros, unidos, simplemente vamos a provocar dicho encuentro inevitable”

Chávez vive…
La Patria de todo el continente… y más allá… sigue y seguirá… ¡Hasta la Victoria Siempre!

 

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